miércoles, 7 de enero de 2009

TEXTOS COMPLEMENTARIOS 2º TEMA FILOSOFÍA

TEXTOS COMPLEMENTARIOS
TEMA CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DEL SER HUMANO




1.-«Si se pregunta a un europeo culto lo que piensa al oír la palabra hombre, seguramente empezarán a rivalizar en su cabeza tres círculos de ideas totalmente inconciliables entre sí. Primero, el círculo de ideas de la tradición judeo-cristiana: Adán y Eva, la creación, el paraíso, la caída. Segundo, el círculo de ideas de la antigüedad clásica: el hombre es hombre porque posee la razón o logos, donde logos significa tanto la palabra como la facultad de apresar lo que son las cosas. El tercer círculo de ideas es el círculo de las ideas forjadas por la ciencia moderna de la naturaleza y la psicología genética, y que se han hecho tradicionales también hace mucho tiempo; según estas ideas, el hombre sería un producto final y tardío de la evolución del planeta Tierra, un ser que sólo se distinguiría de sus precursores en el reino animal por el grado de complicación con que se combinarían en él energía y facultades que en sí ya existen en la naturaleza infrahumana». (SCHELER, M.: El puesto del hombre en el Cosmos)



2.-«En el reino de lo infrahumano, en efecto, cada individuo no es más que un momento pasajero del persistir de su especie y, más allá todavía, un resultado efímero del disponerse de la materia: una “fracción” dentro del todo. (...) No sólo la especie “vale más” que el individuo, sino que éste obtiene toda su valía por derivación de la totalidad en que se integra.(...)
La cuestión podría comentarse así: por su débil consistencia ontológica y operativa, los animales, las plantas, las realidades inertes, no tienen ni “derecho” ni aptitud para destacar su individualidad, recortándola sobre el horizonte del cosmos y de la peculiaridad de la familia biológica a la que pertenecen; son propiamente, como ya se insinuaba, parte de su especie: fragmento. El hombre, por el contrario, se despega hasta tal punto de la suya propia, como algo dotado de valor por sí mismo, que en rigor, casi podría afirmarse que no existe especie humana.
O, mejor, que entre los hombres la especie reviste un significado totalmente distinto –casi opuesto- al que posee en el orbe infrapersonal; (....)
La especie humana consta exclusivamente de excepciones». (MELENDO GRANADOS, T./MILLÁN-PUELLES, L-: Dignidad: ¿una palabra vacía?)



3.-«De manera todavía más especial y perfecta se halla lo particular e individual en las substancias racionales, que son dueñas de sus actos y no se limitan a obrar impulsadas, como sucede a las otras, sino que se impulsan a sí mismas, y las acciones están en los singulares.
Por este motivo, los singulares de naturaleza racional tienen entre las demás substancias un nombre especial, que es el de “persona”.. Por tanto, en la definición de persona se pone “substancia individual”, para indicar lo singular del género de la substancia, y se añade “de naturaleza racional”, para significar lo singular de las substancias racionales». (AQUINO, T. DE: Summa Theologica)

4.-«El Supremo Artesano (...) hizo del hombre la hechura de una forma indefinida, y, colocado en el centro del mundo, le habló de esta manera: “No te dimos ningún puesto fijo, ni una faz propia, ni un oficio peculiar, ¡oh Adán!, para que el puesto, la imagen y los empleos que desees para ti, esos los tengas y poseas por tu propia decisión y elección. Para los demás, una naturaleza contraída dentro de ciertas leyes que le hemos prescrito. Tú, no sometido a cauces algunos angostos, te la definirás según tu arbitrio al que te entregué. Te coloqué en el centro del mundo, para que volvieras más cómodamente la vista a tu alrededor y miraras todo lo que hay en ese mundo. Ni celeste ni terrestre te hicimos, ni mortal ni inmortal, para que tú mismo, como modelador y escultor de ti mismo, más a tu gusto y honra, te forjes la forma que prefieras de ti. Podrás degenerar a lo inferior, con los brutos; podrás realzarte a la par de las cosas divinas, por tu misma decisión. (...) Lo que cada cual cultivare, aquello florecerá y dará su fruto dentro de él. Si lo vegetal, se hará planta; si lo sensual, se embrutecerá; si lo racional, se convertirá en un viviente celestial; si lo intelectual, en un ángel y en un hijo de Dios”». (PICO DE LA MIRÁNDOLA, J.: De la dignidad del hombre)



5. «La raza humana difiere de la raza animal no simplemente por la general superioridad como raza, sino por la característica humana de que todo individuo de la raza (no sólo los individuos distinguidos, sino todos los individuos) es más que la raza. Esto se deduce de la relación entre el individuo y Dios». (KIERKEGAARD, S.: Mi punto de vista)

AMPLIACIÓN TEMA CONCEPCIONES FILOSÓFICAS DEL SER HUMANO

EL CONCEPTO DE PERSONA
.

1.-Diferencias entre el concepto de “individuo” y “persona”
-Concepto de “individuo” engloba el de “persona”: toda persona es
individuo pero no viceversa.
-Concepto de “individuo” es análogo:
-seres humanos: persona {+ que la especie. Heterogéneos (Kierkegaard: “den Enkelte)
degrada
despersonaliza
-los demás seres vivos (y cosas): copias {- que la especie.
Homogéneos.

-Ser individuo: -como “ejemplar”: mundo natural y artificial.
- " “persona”: seres humanos.


*Fundamentación ontológica: proporcionalidad entre realidad e individualidad: mayor realidad, mayor individualidad.
-Concepto de “persona”:
-sentido axiológico: valor, dignidad.
-sentido ontológico: realidad personal.

2.-Análisis etimológico.
-Griego: πρόσωπον: máscara del personaje.
-Latín: "personare" (hacer resonar la voz).

3.-Sentidos y origen del concepto de persona.
-Sentido jurídico: ”sujeto legal” (Tertuliano).
-Concepción o definición clásica: Boecio (IV): "sustancia individual de naturaleza racional".
-Origen cristiano: misterio de la Trinidad.




El individuo en el pensamiento y la obra de Søren A. Kierkegaard

Si hubiera que elegir un solo concepto y categoría que definiera y caracterizara el pensamiento –y la obra- de Kierkegaard este sería el de “singularidad”, o “individuo singular” (“den Enkelte”).

Para Kierkegaard el tema del individuo es muy significativo y el más decisivo. Responde a una exigencia demandada por la misma situación social, filosófica y espiritual, que se encontró en su época, y que hacía de la “multitud” la categoría predominante en todos los ámbitos. Hasta tal punto el danés tenía dicha categoría en tal alto valor y tan ligada a su vida, que la tomaba como su categoría y como epitafio en su tumba. Era también consciente de que su posible importancia histórica estaría ligada a dicha categoría.

La categoría de individuo, como cualquier otra, posee una doble dimensión objetivo-subjetiva, un doble significado ontológico y gnoseológico-lingüístico: a) manera de ser real; b) manera de expresar el conocimiento de lo real.
Pues bien, en cuanto «manera de ser real» tal categoría es para Kierkegaard, en general, propia de lo existente; pero más concretamente de la existencia humana, de la persona, del individuo humano (cristiano). Así pues, la Categoría de Singular («den Enkelte») pertenece al ámbito de la existencia religiosa cristiana.
Y por otro lado también la categoría de individuo es una «manera de expresar el conocimiento de lo real». En este sentido nuestro autor se sirve polémicamente de ella contra el Sistema (lo universal), esto es, la filosofía de Hegel, y contra la Cristiandad establecida para subrayar y expresar la relación de cada uno –única- con Dios. Hay que decir que ambos aspectos de dicha categoría son inseparables.

Ahora bien, ser “individuo”, en el sentido de ser “singular”, “persona” o “único”, no es una cuestión innata; en realidad no se nace siendo tal, aunque por el hecho de ser humanos en cierto sentido ya lo seamos. En otras palabras: hay que llegar a ser singulares, que es lo que, por otra parte, real y esencialmente somos. Podemos decir que todos nosotros somos ya individuos, pero no de igual manera, no con la misma intensidad y conciencia. Porque podemos ser un individuo “insignificante” que vive tranquilamente perdido entre la “muchedumbre”, o el “público”; o bien un individuo “eminente”, que sobresale entre todos; o aún mejor, ser individuos en sentido propio, ser individuo “religioso”.

Kierkegaard se sirve de dicha categoría para, por un lado, despabilar a sus conciudadanos, y por el otro abogar y preservar idealmente la existencia del individuo en oposición a lo numérico. Ambos sentidos se presentan unidos de forma dialéctica en la mencionada categoría; es decir, que se coimplican o remiten mutuamente, siendo los dos polos de una misma realidad: la tarea existencial de Kierkegaard como individuo singular que se proyecta en su pensamiento y en su obra. Con otras palabras: la Categoría de Singular posee un doble significado dialéctico; esto es, la de concienciarnos de nuestra existencia individual y, a la vez, proponernos una existencia ideal como individuos.

Ahora bien, tal categoría no puede ser enseñada como pueda serlo cualquier otra materia; no es algo que pueda aprenderse teóricamente, sino una práctica para la cual se requiere una destreza, una habilidad, una disposición y una virtud. Por ello también puede afirmarse que se trata de un “arte” y “una tarea ética”. De este modo la comunicación o transmisión de la categoría de singular sólo puede hacerse existencial y ejemplarmente, con la acción moral y el comportamiento, de aquellas singularidades más capaces o aptas, aunque sea a costa de sus propias vidas (recuérdese Sócrates, Jesucristo y el mismo Kierkegaard).
En este sentido se considera a la ·«Categoría de Singularidad» («Enkelthedens Categori») como determinante para eliminar esas formas de la objetividad que son el “público” o la “multitud”, bajo las cuales se pretende inmolar precisamente los individuos.

Por otro lado nos encontramos con una «ambigüedad dialéctica» del individuo o, como Kierkegaard expresa en “El singular. Dos notas en relación a mi actividad de escritor, la “dialéctica del individuo singular”, donde el individuo singular “puede significar el único y exclusivo, y el `individuo singular´ puede significar cada hombre” (Mi punto de vista, p. 155). Con dicha ambigüedad Kierkegaard no hace sino llamar la atención ya desde los mismos trabajos pseudónimos. De este modo la «Categoría de Singular» está presente en toda su producción literaria: en su obra estética y en la religiosa, pero tratada de distinta forma.

Por consiguiente, la «Categoría de Singular» contiene dos significados para nuestro danés: a) material o de factum; b) eminente o ideal. En el primer caso significa cada ser humano, todo o cualquier hombre; en el segundo significa “moral e idealmente” lo más alto, es decir, aquello que deberíamos ser como individuos. Y nadie está excluido de ser singular en este segundo sentido, es decir, eminentemente; antes bien todos estamos llamados a serlo. A este respecto el singular por “excelencia” sería el Hijo de Dios hecho hombre, al cual el ser humano debería imitar libremente para acercarse a esa extrema, perfecta y divina singularidad que es Jesucristo.

En conclusión, la Categoría de Singular en primer lugar hay que entenderla en relación a : 1) Dios y Jesucristo; 2) por tanto al cristianismo; 3) la crítica a la filosofía hegeliana o al Sistema; y 4) la crítica al “género”, la “raza”, “muchedumbre”, “público”, “sociabilidad”, “prensa”, “cristiandad”, y “política”; es decir, a todo aquello que es despersonalizante.
En segundo lugar, se trata de un concepto: a) cristiano; b) dialéctico; c) irónico; d) moral; e) ideal; y f) análogo.

Esquema
-Importancia de la Categoría de singularidad (“den Enkelte”)
-Principal tema.
-Su categoría.
-Dimensiones de la categoría de singular:
-Objetiva: ontológica: manera de ser real (ámbito de la existencia religiosa
cristiana).
-Subjetiva: gnoseológica-lingüística: manera de expresarlo (polémica contra
Hegel y la cristiandad).
-Ser singular no es una cuestión innata (ser individuo sí): llegar a ser singulares.
-Tipos de individuos:
-insignificante
-eminente
-religioso
-Función o finalidad de la categoría de singularidad.:
-Despertar a sus conciudadanos
-defender y preservar la existencia ideal®relación dialéctica: -concienciarnos de
nuestra existencia
individual
-proponernos una
existencia ideal
como individuos
-Enseñanza o comunicación de la categoría. de singularidad:
-Es práctica, no teórica (con el ejemplo)
-Es un arte
-Es una tarea ética
-Ambigüedad dialéctica o dialéctica del individuo singular:
-ser único y exclusivo
-cada hombre
-Conclusión: dos significados: a) material o de factum; b) ideal o eminente.

Apéndice

«El hombre es espíritu. Mas, ¿qué es el espíritu? El espíritu es el yo. Pero ¿qué es el yo? El yo es una relación que se relaciona consigo misma, o dicho de otra manera; es lo que en la relación hace que ésta se relacione consigo misma. El hombre es una síntesis de infinitud y finitud, de lo temporal y lo eterno, de libertad y necesidad, en una palabra: es una síntesis. Y una síntesis es la relación entre dos términos. El hombre, considerado de esta manera, no es todavía un yo.
En una relación entre dos términos, la relación es lo tercero como unidad negativa y los dos se relacionan con la relación y en relación con la misma; de este modo, y en lo que atañe a la definición “alma”, la relación entre el alma y el cuerpo es una simple relación. Por el contrario, si la relación se relaciona consigo misma, entonces esta relación es lo tercero positivo, y esto es cabalmente el yo». (KIERKEGAARD, S.: La enfermedad hasta la muerte)

1.-Texto título: La idea o concepción sobre el hombre de Kierkegaard.
2.-Comentario y explicación:
A.-Significado del pseudónimo de Anti-Climacus (opuesto a Climacus).
-Temática: descripción y análisis de la subjetividad humana
(desesperación y pecado).
-Carácter: edificante y constructiva.
B. Ontología del yo o de la subjetividad: idea o concepción sobre el hombre




-Esquema texto:





-Explicación texto:
-"El hombre es espíritu": lo característico del hombre.
-"El espíritu es el yo": el espíritu se identifica con el yo.
-"¿Qué es el yo?": una relación que se relaciona consigo misma
(relación reflexiva): es una síntesis entre dos términos (alma-cuerpo)
que toma conciencia de sí misma como tal.
-"Es una relación entre dos términos, (...), y esto es cabalmente el yo"
-diferencia entre relación simple (unidad negativa)-relación reflexiva
(positiva).
-comparación y distinción con el esquema de la dialéctica hegeliana.
-Fundamento: Dios
-Conclusión: El hombre es una relación reflexiva y a la vez con Dios
(influencia agustiniana).
COMENTARIO SOBRE LA OBRA La enfermedad hasta la muerte DE S. A. KIERKEGAARD Y EXPLICACIÓN DEL TEXTO


A. Dicha obra (titulada en danés Sygdomen til Døden) la publicó el autor bajo el pseudónimo de Anti-Climacus, que representa al cristiano extraordinario y la perspectiva de la fe; se opone al pseudónimo de Climacus, que representa al filósofo y, por tanto, la perspectiva filosófica. Se trata de una obra psicológica fundamenta en el cristianismo y la fe.

Temática: Descripción y análisis de la subjetividad humana desde una perspectiva metafísica y ontológica con relación a la desesperación (pecado). El tema es el yo desesperado y enfermo.

Carácter: Edificante y constructiva. Expone los fundamentos de la subjetividad humana, precisando cuál es su salvación y el camino de la felicidad personal. Es educativa y formadora.


B. Ontología del yo o de la subjetividad: idea o concepción sobre el hombre.

El hombre es una criatura perecedera y contingente. Pero no es solamente contingencia y finitud. Es también infinitud y eternidad. Su naturaleza es una síntesis.

-«El hombre es espíritu»: Lo más característico y determinante del hombre es su naturaleza espiritual, lo inmaterial. Así pues, se aleja de toda interpretación materialista sobre la persona. Lo definitorio del hombre es el espíritu.

-«El espíritu es el yo»: El yo de cada cual se identifica y se reconoce prioritariamente en el espíritu, no con la naturaleza corporal que puede parecerse en mayor o menor grado a la de otra.

-«¿Qué es el yo?»: Es una relación que se relaciona consigo misma, es decir, una relación reflexiva. Es aquello que hace que la relación se relacione consigo misma, es decir, es aquello que hace que la relación sea; por tanto, aquello que propicia la relación.
El hombre es una síntesis entre dos pares de conceptos opuestos y antitéticos entre sí: finitud-infinitud, etc.Una síntesis es una relación entre dos términos. El hombre considerado así no es todavía un yo, puesto que un yo es una relación que se relaciona consigo misma, y en este sentido implica reflexión, autorelación, autoconciencia. Sólo llega a ser un yo aquel hombre que reconoce aquella relación interior y es consciente.Por consiguiente, el hombre considerado como una relación no es todavía un yo sino un mero existente que no tiene conciencia de sí, como puede serlo cualquier animal.

-«Es una relación entre dos términos, (…), y esto es cabalmente el yo»: En este oscuro texto Anti-Climacus distingue relación simple de relación reflexiva.
Relación simple: relación negativa. Se unen dos polos que se contraponen entre sí (alma-cuerpo).
Relación reflexiva: relación positiva. Aparece un tercer elemento que reconcilia los dos polos; cuando la relación de esos dos polos es consciente aparece el yo (autroconciencia). Influencia del esquema dialéctico hegeliano: tesis-antítesis-síntesis.
Pero en el pensamiento de Anti-Climacus finito e infinito son autónomos. La antítesis no surge de la tesis, sino que son dos polos opuestos e inconexos. El yo propicia la relación entre ambos polos y de este modo la relación se convierte en reflexiva y positiva. La positividad de Hegel no es la de Anti-Climacus porque el esquema dialéctico es distinto.

Este yo que es capaz de armonizar finitud e infinitud no puede ser solamente humano, debe ser también divino, puesto que lo infinito, lo eterno, sobrepasa el campo de la actividad del hombre. En consecuencia, esta instancia reconciliadora y positiva que es el yo es puesta por Dios.

Conclusión: El yo del hombre es una relación que se relaciona consigo misma y al mismo tiempo con el Otro (Dios). En este sentido, cabe decir, que el yo del hombre es una relación reflexiva y al mismo tiempo una relación con Dios. El hombre al entrar en el seno de su subjetividad se halla a sí mismo y también al Otro. Esta reflexión sobre la naturaleza humana guarda mucha relación con la descripción agustiniana según la cual en lo más profundo de nuestro ser Dios se hace presente.
(TORRALBA ROSELLÓ, F.: Dios, individuo, libertad)