lunes, 17 de septiembre de 2007

TEMA 1º "Vida moral y reflexión ética"

INTRODUCCIÓN A LA ÉTICA



1. Sobre el significado de moral y ética
2. Definición y diferenciación entre moral, ética y metaética
3. Diferenciación entre moral, inmoral y amoral
4. Moral y libertad: distinción entre comportamiento animal y comportamiento humano.


1. Sobre el significado de moral y ética

ANÁLISIS ETIMOLÓGICO


"ηθος" (ethos): morada, residencia, lugar donde se habita:
-Poesía→lugar donde se crían los animales.
-Hombre→nación.
Ética (griego) -Mítico o metafórico→ lugar por donde sale o se pone el sol.
-Aristóteles→ carácter o modo de ser
"εθος" (ethos): hábito, costumbre



Carácter, modo de ser
Moral (latín “mos, moris”)
Hábito, costumbre


Desde el punto de vista etimológico “ética” y “moral” poseen idéntico significado, y se pueden usar como sinónimos. Pero conviene distinguirlos, y así lo vamos a hacer.

2. Definición y diferenciación entre moral, ética y metaética

Moral: a) Conjunto de normas de aplicación práctica inmediata o casi inmediata.
b) Modo de comportarse los seres humanos y las normas que rigen dicho comportamiento.
c) Es un hecho individual y social, algo práctico.
d) La moral vendría a dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué debo hacer?
Ética: a) Reflexión crítica, racional y filosófica sobre la moral.
b) Es una disciplina filosófica.
c) La ética da respuesta a la siguiente cuestión: ¿Por qué debo hacer lo que debo hacer? (justificación de la moral).
Metaética: a) Reflexión filosófica acerca de los métodos y resultados de la reflexión ética.
b) Estudia los métodos y los procedimientos de justificación de la ética.
c) Analiza el significado de los términos y enunciados éticos (el lenguaje de la ética).

Conclusión: -Mientras la moral es algo práctico, la ética y la metaética es teoría.
-Existe una relación piramidal: la base y fundamento es el comportamiento humano (libre) al que se refiere toda moral; sobre este se monta la ética, cuyo objeto de estudio es la moral; y por último, se encuentra la metaética que estudia la ética.

3. Diferenciación entre moral, inmoral y amoral

Moral e inmoral: se utilizan para hablar del comportamiento humano (libre).
a) Moral: aquel comportamiento libre humano que se ajusta a un determinado código moral.
b) Inmoral: aquel comportamiento libre humano que no se ajusta a un determinado código moral.

Amoral: se utiliza para referirse al comportamiento animal (no libre).

4. Moral y libertad: distinción entre comportamiento animal y comportamiento humano

El fundamento de la moral es la libertad; sin esta no puede haber moral.
El comportamiento animal es instintivo, determinado por su propia naturaleza de animal (código genético). Al no ser libre, no es responsable, ni reflexivo ni puede tomar decisiones sobre cómo debe comportarse.
El comportamiento humano es libre (código moral), responsable y reflexivo.



TEXTOS



1.-«En resumen: a diferencia de otros seres vivos o inanimados, los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos, que es algo que a los castores, las abejas y las termitas no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir, si prefieres, es a lo que llaman ética» (SAVATER, F.: Ética para Amador).


2.-«La vida nos es dada, puesto que no nos la damos a nosotros mismos, sino que nos encontramos en ella de pronto y sin saber cómo. Pero la vida que nos es dada no nos es dada hecha, sino que necesitamos hacérnosla nosotros, cada cual la suya. La vida es quehacer. Y lo más grave de estos quehaceres en que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos, sino, en cierto modo, lo contrario —quiero decir que nos encontramos siempre forzados a hacer algo, pero no nos encontramos nunca estrictamente forzados a hacer algo determinado, que no nos es impuesto éste o el otro quehacer, como le es impuesta al astro su trayectoria o a la piedra su gravitación. Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión es imposible si el hombre no posee algunas convicciones sobre lo que son las cosas en su derredor, los otros hombres, él mismo. Solo en vista de ellas puede preferir una acción a otra, puede, en suma, vivir» (ORTEGA Y GASSET, J.: Historia como sistema).


3.-«Y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad. Los animales (y no digamos ya los minerales o las plantas) no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que están programados naturalmente para hacer. No se les puede reprochar que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no saben comportarse de otro modo [...].
Por mucha programación biológica o cultural que tengamos, los hombres siempre podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa (al menos, que no esté del todo). Podemos decir “sí” o “no”, quiero o no quiero. Por muy achuchados que nos veamos por las circunstancias, nunca tenemos un solo camino a seguir sino varios» (SAVATER, F.: o. c.).


4.-«Al hablar de la realidad moral del hombre no se trata de cuál sea el predicado moral que puedan tener las acciones suyas. Solamente una realidad, que es constitutivamente moral, puede ser sujeto de un predicado moral y de un predicado inmoral. Al animal no le acontece esto; el animal es constitutivamente amoral, no tiene nada que ver con lo moral. Se trata, pues, de que el hombre como realidad sea en sí mismo, como tal realidad, algo moral. Si se quiere volver a la diferencia entre el bien y el mal, se puede expresar la misma idea diciendo que el carácter moral del hombre consiste, no en que efectivamente esté oscilando entre el bien y el mal, sino en que constitutivamente no tiene más remedio que estar oscilando entre el bien y el mal. Por consiguiente ese momento de “no tener más remedio que”, es el punto en que se inscribe el carácter de realidad moral que el hombre tiene» (ZUBIRI, X.: Sobre el hombre).


5.-«El punto capital es que la realidad moral se incorpore en lo sucesivo a la naturaleza, es decir, que los hechos morales se pongan entre los hechos sociales, y que los hechos sociales en general se conciban como objeto de investigación científica, por la misma razón y con el mismo método que los demás fenómenos naturales [...].
En lo sucesivo el esfuerzo especulativo no consiste ya en determinar “lo que debe ser”, es decir, en realidad, a prescribir. Se refiere, como en otra ciencia, a una realidad objetiva dada, es decir, a los hechos morales y a los demás hechos sociales inseparables de ellos [...].
Desaparece así la pretendida “moral teórica”. La “moral práctica” subsiste de hecho. Se convierte en el objeto de una investigación científica que, con el nombre de sociología, emprende el estudio teórico de la realidad moral. Y ese estudio teórico se prestará más tarde a aplicaciones, es decir, a modificaciones de la práctica existente» (LÉVY-BRUHL, L.: La moral y la ciencia de las costumbres).


6.-«De las acciones que el hombre ejecuta, solamente pueden llamarse aquellas que son propias del hombre como tal. El hombre difiere de las criaturas irracionales en tener dominio de sus actos. Por lo tanto, solamente aquellas acciones de las cuales el hombre es dueño pueden llamarse con propiedad humanas. Este dominio de sus actos lo tiene por la razón y la voluntad; por eso el libre albedrío se llama “facultad de la voluntad y de la razón”. En consecuencia, sólo se podrán considerar como acciones propiamente humanas las que proceden de una voluntad deliberada. Y si algunas otras acciones hay en el hombre, pueden llamarse acciones del hombre; pero no propiamente humanas, porque no son del hombre en cuanto tal. Pero es evidente que todas las acciones que procedan de una potencia son hechas por ella bajo el motivo e impulso causal de su objeto. Este objeto de la voluntad es el fin y el bien; luego es menester que todas las acciones humanas sean por un fin» (AQUINO, T. DE: Suma teológica).


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